¿Cómo se fabrican los techos de metal?

Los techos de metal se fabrican a través de un proceso que transforma las materias primas metálicas en paneles o tejas para techos.

1. ¿Por qué elegir techos de metal?

Los techos de metal se eligen por diversas razones, entre ellas su durabilidad, eficiencia energética y bajos requisitos de mantenimiento. Los propietarios de viviendas y los constructores suelen elegir los techos de metal porque ofrecen ahorros de costos a largo plazo, una apariencia moderna y una excelente resistencia a la intemperie. Los techos de metal también son ecológicos, ya que suelen estar hechos de materiales reciclados y pueden reciclarse al final de su ciclo de vida.

2. ¿Cuáles son las ventajas de un techo de metal?

Durabilidad y longevidad: los techos de metal pueden durar entre 40 y 70 años, lo que supera con creces la vida útil de las tejas de asfalto tradicionales.
Eficiencia energética: los techos de metal reflejan el calor solar, lo que reduce los costos de refrigeración en climas cálidos. Algunos techos de metal también vienen con revestimientos especializados que mejoran la eficiencia energética.
Resistencia a la intemperie: los techos de metal son muy resistentes al viento, la lluvia, la nieve y el granizo. También funcionan bien en temperaturas y climas extremos.
Resistencia al fuego: los techos de metal son incombustibles y brindan una excelente resistencia al fuego.
Bajo mantenimiento: los techos de metal requieren un mantenimiento mínimo en comparación con otros materiales para techos, ya que son menos propensos a sufrir daños y no se degradan rápidamente.
Sostenibilidad: muchos techos de metal están hechos de materiales reciclados y se pueden reciclar nuevamente al final de su vida útil.
Variedad estética: los techos de metal vienen en una amplia gama de estilos, colores y acabados, lo que ofrece a los propietarios flexibilidad en el diseño.

3. ¿De qué están hechos los techos de metal?

Acero: el material más común para los techos de metal, generalmente galvanizado (recubierto con zinc) o galvalume (recubierto con aluminio y zinc) para resistir la corrosión.
Aluminio: ligero, resistente a la corrosión y a menudo utilizado en entornos costeros.
Cobre: ​​una opción premium conocida por su belleza y pátina, el cobre es muy duradero pero caro.
Zinc: otro material de alta gama, el zinc es conocido por su pátina natural y longevidad.
Estaño: rara vez se utiliza hoy en día en su forma pura, a los techos de hojalata a menudo se los conoce de forma genérica, pero en realidad pueden estar hechos de acero con un revestimiento de estaño o materiales similares.

4. ¿Cómo es el proceso de fabricación de techos de metal?

Obtención de materia prima: El proceso comienza con rollos o láminas de metal grandes, que pueden estar pretratados o recubiertos con acabados protectores, según el material.
Formado o estampado:
Formado: Para paneles de metal continuos, como techos de metal corrugado o con junta alzada, el metal se introduce a través de una máquina formadora de rollos donde pasa por una serie de rodillos. Estos rodillos doblan y dan forma al metal en el perfil deseado. El formado por rollos se utiliza normalmente para crear paneles más largos que se instalan verticalmente.
Estampado: Para tejas o tejas de metal estampadas, se presionan láminas de metal planas grandes en moldes o matrices utilizando una máquina de estampado para crear la textura y la forma de los materiales de techado tradicionales (por ejemplo, tejas de arcilla o tejas de madera).
Proceso de recubrimiento: Muchos sistemas de techado de metal se someten a un proceso de recubrimiento después del conformado. Para el acero, esto a menudo incluye galvanización para evitar la oxidación, seguida de un acabado pintado. Otros metales, como el aluminio, pueden recibir un recubrimiento en polvo horneado o ser prepintados con acabados resistentes a la intemperie.
Corte a medida: una vez que el metal tiene forma y está recubierto, se corta a las dimensiones requeridas, a menudo personalizadas para tamaños de techo específicos. Esto garantiza un ajuste preciso durante la instalación.
Detalles de acabado: los procesos adicionales pueden incluir la aplicación de costuras, elementos de sujeción o detalles de borde especializados para mejorar la impermeabilización y la facilidad de instalación. Los paneles o tejas también pueden formarse con mecanismos de enclavamiento para mejorar su rendimiento.
Control de calidad: cada panel o teja se somete a inspecciones de calidad para garantizar que cumpla con los estándares de durabilidad, resistencia y espesor del recubrimiento.
Embalaje: los materiales de techado de metal terminados se empaquetan y preparan para el envío, lo que garantiza que lleguen de manera segura a los lugares de trabajo sin daños.